Noticias Científicas sobre el Autismo, Octubre 2017.

Los suplementos multivitamínicos en el embarazo parecen reducir el riesgo de autismo del bebé

Los trastornos del espectro del autismo (TEA), caso entre otros del autismo y del síndrome de Asperger o el síndrome de Rett, son un conjunto de trastornos del neurodesarrollo que aparecen en la infancia y se caracterizan, entre otros síntomas y signos, por un déficit en la comunicación, dificultades para la correcta integración social, una dependencia exagerada de las rutinas, y una gran intolerancia ante los cambios o a la frustración. Unos trastornos cuya prevalencia se estima en un caso por cada 100 nacimientos y que, mucho más frecuentes en los varones –la proporción de casos es de 4 a 1 frente a las mujeres–, se desarrollan, según numerosos estudios, ya durante la gestación en el útero materno. Tal es así que la dieta de la madre durante el embarazo pueda tener alguna influencia sobre su aparición. Pero, ¿esto es realmente así? Pues según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Drexel en Filadelfia (EE.UU.), es muy posible que sí. Y es que, según sus resultados, la toma de multivitaminas durante la gestación se asocia con un menor riesgo de que el futuro bebé acabe desarrollando autismo.

Como explica Elizabeth DeVilbiss, directora de esta investigación publicada en la revista «The BMJ», «dada el conocimiento actual y la fuerza de la evidencia que apoya la importancia de la suplementación nutricional durante el embarazo, es imposible imaginar que nuestros resultados puedan, por sí solos, cambiar la práctica actual. Sin embargo, nuestros hallazgos plantean cuestiones que requieren ser investigadas. Y, asimismo, deben realizarse estudios aleatorizados con objeto de verificar nuestros resultados antes de recomendar un cambio en la práctica actual».

Hace ya tiempo que numerosos investigadores vienen planteando la posibilidad de que la alimentación durante el embarazo juegue un papel importante en el riesgo de desarrollo de un TEA por el futuro bebé. Sin embargo, los estudios realizados al respecto han arrojado unos resultados inconsistentes, sugiriendo que debe haber otros factores aún por determinar –caso de la salud general y el estilo de vida de la gestante– que podrían condicionar –de haberla– la posible influencia de la alimentación.

Entonces, la alimentación en el embarazo, y más concretamente la toma de suplementos nutricionales, ¿no tiene ningún efecto sobre el riesgo de autismo? Pues para averiguarlo, los autores aplicaron tres métodos de análisis distintos sobre una muestra de 273.107 parejas de madres e hijos residentes en Estocolmo (Suecia).

Los autores evaluaron los historiales médicos de los hijos –todos nacidos entre los años 1996 y 2007 y con una edad comprendida entre los 4 y los 15 años a fecha de 31 de diciembre de 2011– con objeto de identificar a aquellos diagnosticados de un TEA, con o sin discapacidad intelectual. Y, asimismo, analizaron las respuestas aportadas por las madres en los cuestionarios sobre sus hábitos nutricionales –fijándose muy especialmente en la toma de suplementos con multivitaminas, hierro o ácido fólico– durante la gestación.

Los resultados mostraron que la toma en el embarazo de suplementos con multivitaminas, con o sin hierro o ácido fólico, se asoció con una menor probabilidad de que el hijo desarrollara un TEA con discapacidad intelectual. Un beneficio, sin embargo, que no se observó en el caso del hierro o del ácido fólico, que parecieron no tener ningún efecto, ni positivo ni negativo, sobre el riesgo de desarrollo del trastorno.

Y, exactamente, ¿cuál es la razón por la que toma de estos suplementos multivitamínicos disminuyen el riesgo de TEA? Pues dado que se trata de un estudio observacional, no puede saberse. Como reconocen los propios autores, «nuestros resultados no pueden establecer una relación del tipo ‘causa y efecto’, pero plantean cuestiones acerca de una posible asociación que requiere mayor investigación».

Como concluye Elizabeth DeVilbiss, «juntos, los tres análisis llevados a cabo en nuestro trabajo parecen apuntar hacia una asociación inversa entre el uso de multivitaminas y los TEA con discapacidad intelectual».

Enlace original

Revista «The BMJ»

 

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