Noticias Científicas sobre el Autismo, Septiembre 2016.

Un gen asocia problemas de autismo y de los riñones

Un gen conocido como ‘Teashirt’ por sus descubridores ha sido ahora identificado como un vínculo entre los niños con problemas en los riñones y el autismo en un nuevo estudio que tiene implicaciones sobre cómo los médicos que trabajan en ambas enfermedades deben realizar las pruebas a sus pacientes.

El nuevo trabajo, publicado en la revista ‘Nature Genetics’, fue dirigido por el Instituto de Biología del Desarrollo de Marsella, en Francia, en colaboración con la Universidad de Manchester, en Reinod, y que describe los efectos de las mutaciones de ‘Teashirt’ en personas y ratones.

El gen, llamado formalmente Tshz3, ya había sido implicado por el equipo de investigación conjunto en 2008 como esencial para el desarrollo del músculo liso en la pared del uréter. Los ratones carentes de este gen nacieron con los riñones agrandados porque sus uréteres no lograron impulsar activamente la orina hacia la vejiga.

El profesor Adrian Woolf, de la Universidad de Manchester, que entonces trabajaba como especialista en niños en Londres, descubrió que uno de sus pacientes que nació con riñones anormales tenía el gen Tshz3 eliminado y también mostraba características de trastorno de espectro del autismo.

El equipo francés también se dio cuenta de que los ratones con la mutación Tshz3 no sólo presentaban problemas en los riñones, sino que también mostraban dificultades en el aprendizaje. Los resultados provocaron una búsqueda global en otras clínicas renales, lo que llevó a identificar otros diez pacientes con síntomas similares. Después de las pruebas genéticas, se confirmó que en todos ellos faltaba el mismo gen, como se detalla en el nuevo documento.

Woolf apunta: «El riñón de ratón mutante se parece al riñón con ‘hidronefrosis’, el riñón distendido visto en aproximadamente 1 de cada 1.000 individuos cuando son examinados por los escáneres de sonar cuando son bebés en el útero. Ahora parece que este gen está vinculado a por lo menos algunos de estos casos y que también tiene implicaciones sobre cómo funciona nuestro cerebro en la infancia».

La investigación ha sido dirigida por el profesor Laurent Fasano, en Marsella, quien descubrió el gen ‘Teashirt’ en moscas de la fruta en 1991. Fasano subraya: «Cuanto antes, mejor; la detección temprana de este nuevo trastorno favorecerá terapias conductuales tempranas, lo cual es bueno para los niños y sus familias». La relación entre las dos enfermedades tiene implicaciones sobre cómo los médicos trabajan con los pacientes que presentan problemas renales o de aprendizaje.

El profesor Woolf, que también es un especialista en el Hospital de Niños Royal Manchester, donde dirige una clínica de genética renal, agrega: «Una prueba genética bastante simple en pacientes que están siendo tratados, bien por problemas renales o trastornos del espectro del autismo, podría identificar si falta el gen ‘Teashirt’ y también resaltar que el paciente puede necesitar análisis sobre la otra enfermedad. El tiempo dirá si TSHZ3 juega un papel importante en muchos más casos de los que actualmente hemos sido capaces de identificar».

Revista ‘Nature Genetics’

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Un nuevo modelo para el estudio del autismo revela una potencial diana terapéutica

Las deficiencias en las relaciones sociales inducidas por la ausencia de protocaderina pueden ser corregidas por un agonista del receptor NMDA.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania ha dado a conocer la importancia del gen de la protocaderina (PCDH)10 en el desarrollo de la los trastornos del espectro autista (TEA). En la correspondiente publicación, aparecida en la revista Biological Psychiatry, los autores presentan un nuevo modelo animal que identifica, por primera vez, una potencial diana terapéutica para el tratamiento de los síntomas nucleares de la enfermedad, para los cuales todavía no existe ningún fármaco autorizado. La PCDH10 es un gen hasta ahora poco estudiado que codifica una proteína de adhesión neural. Su expresión es particularmente elevada en la amígdala, una región cerebral relacionada con las emociones y la motivación, donde se cree que participa en el desarrollo y mantenimiento de las sinapsis.

La eliminación de una de las copias del gen de la PCDH10 redujo la capacidad de iniciar interacción social, particularmente en los machos, un rasgo característico de los TEA humanos. Esta deficiencia se asoció a anomalías en la estructura y función de los circuitos amigdalares, así como como a una reducción de los receptores del glutamato de tipo NMDA. La interacción social en estos animales mejoró sustancialmente tras la administración de D-cicloserina. El papel de este aminoácido es consistente con el resultado de algunos pequeños ensayos clínicos recientes en los que mejoró la interacción social en adolescentes y adultos jóvenes con TEA.

Los hallazgos del actual estudio podrían ser la base para dilucidar porqué los TEA son predominantemente masculinos, según indican los autores.

Revista Biological Psychiatry

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